SIGUE EL DÍA DEL NIÑO…

El domingo pasado celebramos el “día del niño”, ya que correspondía así por haber sido el primer domingo de agosto.
Pero, los chicos salieron ganando. Hoy viene la segunda parte. Además de las golosinas que se llevaron los chicos presentes en la Misa del domingo pasado, hubo el sorteo de TRES BIBLIAS, muy lindas por su presentación y lenguaje propio de nuestra tierra.
¿Saben lo que dijo una de las chicas de catequesis que salió sorteada?
“¡No es un premio: es una bendición!”
¡Qué síntesis maravillosa de algo tan simple y tan cercano a la verdad! ¡Gracias por la lección que nos diste, pequeña seguidora de Jesús!
La Palabra de Dios es realmente un regalo impresionante y una bendición que demuestra su deseo de comunicarse con nosotros.
Es bueno recordar aquí la Carta de san Pablo a su discípulo Timoteo, quien había aprendido la fe y conoció las Escrituras gracias a su abuela Loide y su madre Eunice (2 Timoteo 3, 5.15-16)
“Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús.
Toda Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien.”