Desde que pudimos cercar el predio de la tan deseada canchita por los chicos, nos quedó pendiente el tramo que continúa sobre la pared que da sobre Sarmiento de Gamboa. Consideramos cada día más urgente su ejecución.
Por un lado nos permitirá poner las plantas y arbustos proyectados y, por el otro, evitará que los chicos sigan accediendo, exponiéndose a posibles accidentes y provocando destrozos.
Ciertamente urgen también los bancos en el templo. Pero, frente a un ofrecimiento que está despuntando, a lo mejor podríamos afrontar ambas tareas en los próximos meses. ¡Dios y ustedes lo dirán!
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