26/3/10

DOMINGO DE RAMOS (o de “palmas”):

1.- Festejamos el recuerdo de la entrada solemne de Jesús en Jerusalén, aclamado como el Mesías, esperado durante siglos. Fue la semana anterior a su muerte.
2.- Pero también renovamos nuestra fe hoy en su misión mesiánica y redentora, a pesar del fracaso sufrido en la Cruz: la Resurrección dirá su palabra final.
3.- La historia y las costumbres de nuestros antepasados nos pueden orientar en el sentido que damos a ese humilde ramo que llevamos a casa, ya que no disponemos fácilmente de las ramas de la palmera, o sea, de las palmas.
PALMERA - PALMA Parece que esta palabra se origina en el griego palame, que significa palma de la mano, y además todo aquello que tiene que ver con la mano: fuerza, habilidad, destreza, poder; y extendiendo más allá el significado, pasa a violencia, instrumento, medio, obra. De ahí pasamos al latín palma, palmae, que extiende su significado de la mano y la palma de la mano, a la hoja de la palmera, que usan ya los romanos como símbolo de victoria. Cuál es el origen del valor extraordinario que se ha concedido a la palma, es difícil descifrarlo, porque son muchos los pueblos que coinciden en asignarle altos valores y que han desarrollado en torno a ella diversos ritos. Recordemos, empezando por lo más próximo, cómo era tradición entre nosotros colgar en los balcones los ramos bendecidos el Domingo de Ramos para que protegiesen la casa durante todo el año. La ceniza que imponía el sacerdote a los fieles el Miércoles de Ceniza, procedía de la quema de las palmas que habían llevado los fieles unos días antes. Durante la cuaresma, pues, faltaban los ramos en las casas, hasta que el Domingo de Ramos se renovaba el ritual con la bendición de los ramos, entre los que el más apreciado era el de palmera, es decir la palma.

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