17/4/10

COMENZÓ LA CATEQUESIS EN NUESTRA COMUNIDAD

“Con muy buena onda”, como solemos decir cuando las cosas nos van saliendo bien, comenzamos el jueves ocho de abril los encuentros de la catequesis familiar. El primer grupo (que contaba con algo más de treinta chicos con sus respectivas mamás y algunos papás), se reunió a las 20:15. El segundo, el sábado a partir de las 10:00. Con los presentes en este encuentro se optó por comenzar los sábados una hora más tarde, o sea, a las 11:00 para terminar a las 12:00. Ambos encuentros los iniciamos a partir del texto del Evangelio de San Juan (1, 35-42ª). Allí, el autor del Cuarto Evangelio nos describe su primer contacto con Jesús. Hecho que sucedió junto al Río Jordán. Con otro joven, Andrés, tenían una fuerte inquietud por la tan anunciada llegada del Mesías. Así lo habían ido anunciado los Profetas y así lo iba pregonando en esos días con total claridad el propio Juan el Bautista. Por eso no les pareció nada extraño a estos dos jóvenes que, en una tarde muy serena, los sorprendiera con las palabras clave: “Este es el Cordero de Dios”. Al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. El se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: “¿Qué quieren?”. Ellos le respondieron: “Rabbí –que traducido significa Maestro- ¿Dónde vides?”. “Vengan y lo verán”, les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde.”
¿Qué papel hicieron las mamás y los papás de los chicos de catequesis?En esta oportunidad y aquí en Río Gallegos, las mamás y los papás repitieron ni más ni menos que el mismo gesto de Juan el Bautista: Señalaron a sus hijos por dónde encontrar al Único Salvador. O quizás, se animaron hasta a decir algo más: “Vamos a catequesis para descubrir, conocer mejor y decirle “aquí estamos”, en tu Casa, a nuestro Salvador” Y aquí, en la Iglesia de San Jorge, se encontraron luego con Marcela, Leila, Claudio y el P. Antonio. Y todos repitieron la misma y feliz noticia a los chicos: “Este es el Mesías, el Camino, la Verdad y la Vida”. Jesús se sintió muy feliz. No echó a nadie. Sólo les repitió por medio de los catequistas la consabida pregunta: “¿Qué buscan?” Y es esa la pregunta que se llevaron todos a sus hogares como consigna para ir respondiendo en la semana. Esa pregunta de Jesús que tratarán de repetirse cada vez que se propongan preparar los encuentros en casa o traer a sus hijos al encuentro semanal o el domingo a Misa: “¿Qué queremos, qué buscamos para nosotros y para nuestros hijos?” Difícil de resumirlo en una palabra. Mejor será para todos repetir la “respuesta – pregunta” de los discípulos, de Juan y Andrés: “¿Dónde vives?”. De esta forma le estamos pidiendo a Jesús un tiempo para nosotros y una cercanía, un encuentro familiar, en casa, o sea, en un ambiente más íntimo. Por eso podemos informar que la Catequesis, los encuentros con Jesús, no comenzaron sólo en el templo de San Jorge: fueron en más de cuarenta casas de la nueva Comunidad de fe de San Jorge. ¡Qué maravilla!

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